jueves, 3 de julio de 2014

¿Por qué siempre queremos tener lo que no podemos?

Puedo decir que soy una mujer guapa, tampoco soy la Scarlett Johansson chilena, pero estoy segura de quien soy. No digo esto para quebrarme, por favor no me imaginen caminando en cámara lenta y el pelo al viento con la canción “Crazy de Aerosmith”, no se trata de eso. Lo escribo sobre el hecho de que nunca me ha faltado perro que me ladre. Cuando era más chica no faltaba el mino bonachón, de buenas intenciones, el clásico mino para casarse, lindo, bien vestido, ¿atractivo? sí, pero ese tipo de hombre es justamente el que no queremos, no perseguimos eso, lo fácil, es como un perro fiel esperándote en la puerta de tu casa, lo miramos y decimos pucha, pobre cabro, y debe darse el trabajo de estar meses ahí para tenerte.

No, a mí me gustaba el mino malo, el que jamás me pescaba, claro que nunca me manifestaba ante ello, porque osea, pensaba que tenía posibilidades cero, y me ponía en modo “no estoy ni ahí” de puro miedo, pero al final el con el sencillo hecho de ignorarle o de ir y venir, también caía sólo a mis pies, ¿Por qué? Porque siempre queremos tener lo que no podemos.

Cierto día, vi a un mino, no, no un mino, era el mino, de pelo largo, malo, como me gustan a mí. No era cualquier cosa, era el diablo en persona… malo. Estaba, fumándose un cigarro con sus jeans ajustados y la otra mano en el bolsillo, apoyado en un poste de luz. Yo venía con mis amigos y para mi sorpresa, llamó a una amiga y nos invitó a salir y mientras venía hacia nosotros, ahí sí puedo decir que pueden imaginárselo caminando en cámara lenta con la canción “Cryin de Aerosmith”. Como ya les mencioné, no solo era atractivo ante mis ojos, además era interesante, y músico. Yo noté que le gusté desde el primer día, pero no estaba segura, por que continuamente me ignoraba, entonces utilicé el modus operandi de siempre, la estrategia infalible y no calculada: morirme de susto. Aterrada, como cuando ves ese vestido que te quedaba tan bien hace unos meses y compruebas que al ponértelo no cierra bien, y cuando lo logras, tu guata resalta como un hippie en una fiesta rockera, o como las cejas de un flaite. Entonces yo también lo ignoraba.

¿Qué pasó?, al final tanto le intrigué al susodicho, que me buscó hasta que me encontró, y yo #másfelizquegüachacatomándoseunpipeño.

Pero también tengo esta otra historia, otro chico malo, como ya me había pasado antes con niños malvados, lo ignoré, pero esta vez no por miedo, sino que él se las sabía por libro, y yo me decía a mí misma; Ja! yo ni tonta ni perezosa, no caigo en las redes de un pescador de chicas ingenuas. Pero a la verdad era como una aparición ante mis ojos, lo veía y era como una luz andante, como que casi me adormecía, pero yo estoica como una faja para vestidos de matrimonio, conteniendo todo, aguantando la respiración para que no se notara ni un rollo.

Era como un imán, aún no logro explicarme por qué, pero cuando por fin se me insinuó, me dije a mi misma, le voy a dar de su propia medicina, y ¡plaf!, el tipo en cuestión era mejor jugador que yo. Después ahí andaba yo, babosa, porque si bien la estrategia de la receta médica del rechazo funcionó por un par de meses, luego ya caí redondita ante sus pies, porque el maldito cerdo me ignoraba, pero no tengo nada contra el bastardo , de hecho ya superé la situación, no lloro sola en mi pieza escuchando “Que lloro de Sin Bandera” cada vez que miro sus fotos, de verdad, estoy completamente sana.

Pero, ¿Por qué nos ocurren este tipo de situaciones?, como el clásico de toda mujer “El #amigoSprite” o el de la Friend Zone, está ahí justamente porque no te puede tener, esperando a que en algún minuto lo miremos con otros ojos, a que le digamos tu eres el hombre que siempre busqué y estuviste aquí, he sido una tonta. Seamos sinceras, eso no pasará, la única forma en que ese milagro suceda, es que de repente, así, de golpe y porrazo te deje de pescar, entonces volvemos al juego. Y a este, ¿Qué le pasa? Y ahí empezamos a verlo con otros ojos, mientras más nos ignora, más queremos que vuelva.


En definitiva, los seres humanos somos extraños, cuando está “la chancha tirada” no queremos la chancha, pero si la marrana huye de ti, ahí nos ponemos como el Chavo del ocho pensando en una torta de jamón, nada más delicioso e inalcanzable, y soñamos cada noche con que sea nuestro. ¿A quién no le ha pasado?

miércoles, 2 de julio de 2014

Los hombres, las mujeres... Parte I ¿Que te pasa?

No puedo evitar preguntarme ¿Cómo es posible que no tengamos la formula mágica para entendernos con el sexo opuesto? Lo digo particularmente porque por lo general siempre estamos mandando señales equivocadas, vemos todo de nuestra propia perspectiva, y así nos vamos mandando embarradas, ¿o no?.

En el caso de nosotras las féminas, (a mucha honra), miramos a un hombre todo pensativo mirando hacia el horizonte, y pensamos: A ese chico le pasa algo... la forma en que observa la nada, ah no, tengo que hacer algo, pobrecito. Y nos acercamos con la mejor disposición, con esa #capadesuperheroinacomprensivacogedora , (creyendo de verdad que esos ojitos perdidos son los de un cachorro pidiendo un abrazo),  y le preguntamos: -¿Que te pasa?, te veo triste., y en el pensamiento te repites: ¡voy a hacer mi buena obra hoy!, pero este te responde:- nada, ¿por qué? ... Ahí es donde tu rostro se desfigura en cuestionamientos, y piensas, pero no creo, debe decirlo sólo para que no piense que se ve menos macho, pero la verdad es que algo le pasa, sí, algo le pasa, pero se que hablando se le pasará. Y mientras pensamos todo eso, asentimos con la cabeza como los perritos de los taxis, y lo peor de todo es que casi nunca nos damos cuenta y el tipo en cuestión nos mira y piensa, ¿que onda? ¡la mina rara!. 

En fin, ese afán que tenemos las minas por la verborrea ante los problemas, nos desparramamos como un rollo flacido saliendo de un pantalón ajustado, y cuando quedamos así todas fofas y lánguidas de palabras pero con los problemas a cuestas, parece que nos damos por satisfechas por que pensamos, chuta que me apretaba la cuestión. Pero no, lo cierto chicas es que los hombres son distintos. Si nos ponemos en la situación anterior y vamos a la mente del hombre, puede estar pensando:
  1. #EragoldePinilla 
  2. Brasileños de %&$#@  igual les echamos al Pitbull
  3. Igual esta rica la mina nueva.
  4. Uuuh, los pantalones blancos que tenía puestos...
  5. Igual juego ahí...
  6. ¿Tendrá pololo?
  7. #EragoldePinilla
  8. Pantalones... Blancos...
  9. No va a llover, wena, va el carrete entonces.
  10. ( De verdad tiene un problema que raramente te contará, hasta tenerlo resuelto, si es que te cuenta algo)
Ustedes, los hombres en cambio ven a una mina afligida y piensan en dos cosas: 
  1. Si la consuelo, en una de esas entre abrazo y abrazo... 1313
  2. ¿Por que anda rara esta mina?, apuesto que ya se está enrollando, pero si no le pregunto se va a enojar, ya, mejor le pregunto, y quizás, entre abrazos y no llores.. 1313

Supongamos que vas y le preguntas: -¿Que pasa?, a lo que ella contesta:- nada., que en realidad significa todo, y le dices- ¿segura?, y  te contesta que si, pero que en realidad es no, entonces la chica piensa:- insiste por favor, como no insistas, te las vas a ver. Como tu no insistes debido a tus pensamientos prácticos, ella se enoja y al ver su cara, le preguntas:- ¿te enojaste?, y ahora te contesta que no, pero que en realidad es un si, al entender "sus palabras", me refiero a las primeras, tú, en adelante el imputado, dices:- bueno te dejo sola para que pienses, (lo cual quisieras que te pasara a ti en este caso), a lo que la chica te responde con un O.K.. Dios mío, sólo nosotras sabemos lo que ese O.K. significa, y de sólo pensarlo ya me va dando escalofríos. Para que se vayan enterando muchachos, esa palabrita corta e inofensiva utilizada ampliamente y manoseada duramente en conversaciones de Whatsapp significa que el sangriento final de la familia Stark de Game of Trones, no se comparará a lo que te pasará si no eres capaz de remediar la situación al instante. Nunca esperes recibir un O.K. por respuesta y quedar satisfecho, desde hoy, sabes que es una declaración de guerra, o actúas, o te liquidarán sin piedad, y lo que es peor, la incertidumbre, no sabes en que momento atacará, pero cuando lo haga, si no seguiste este consejo, más vale que estés preparado, (aunque no te servirá de mucho).

Al final de cuentas, nuca sabes como tranzar con el genero contrario, siempre haces tu mejor intento, pensando, pero si eso es lo que me gustaría que me pasara a mi, y ese mismo modo de actuar, es el que te dará una tremenda patada en el trasero, porque, entiende, no eres tu al o la que le pasa, es al ser mas inexplicable, enredado e incomprensible del mundo, el sexo opuesto.